En términos de respuesta de control, física del movimiento, diseño de niveles, diseño de enemigos, diseño de audio, dificultad y duración no esta ni cerca del primer Super Mario Bros (1985), el cual tenía al menos 4 años de haber debutado para cuando Super Mario Land (1989) acompañó el lanzamiento del Game Boy.
Los enemigos son en su mayoría genéricos, y la manera de acabar con ellos no siempre sigue la tradición. Por ejemplo, si saltas sobre una tortuga, esta se convierte en una bomba. Bien se puede decir que las Tortugas y los Goombas estan presentes solo para recordarte que estas jugando un juego de Mario. Para derrotar a los jefes uno simplemente toca el extremo derecho de la pantalla, similar a Bowser en el primer Super Mario Bros.
Igualmente extraña es la inclusión de niveles tipo Shooter de progreso lateral donde Mario pilotea un avión o un submarino, que aunque aportan variedad, no son muy interesantes.
Salvo por una o dos canciones pegajosas, la banda sonora de Hirokazu «Hip» Tanaka, mejor conocido por ser el compositor de Metroid (1986), no logra ser tan memorable como la del compositor regular de la serie, Koji Kondo.
Es verdad que al ser título de primera generación no se puede esperar la mejor calidad audiovisual, pero es justo esperar un diseño de juego que al menos duplique la experiencia del primer titulo de la serie. Super Mario Land es un juego de plataformas decente, pero es un título de Mario por debajo del promedio.